A veces meto la pata hasta el fondo, y para cuando quiero rectificar, ya es demasiado tarde y he hecho daño a alguien a quien quiero.
No sólo cuando hablo, sino a veces también en mi forma de actuar: no mido las consecuencias, actúo antes de haber pensado, y para cuando quiero darme cuenta ya he metido la pata tan profundamente que arreglarlo me va a costar sudor y lágrimas.
A veces, cuando me dispongo a cagarla de una forma tan escandalosa, me merezco una colleja y que la persona afectada por mi estupidez me diga algo así como “¿pero se puede saber qué cxxx estás haciendo?????“. Igual, después de unas cuantas collejas, espabilo.
4 comentarios:
me gusta mucho tu blog nunca cansare de leerlo
me puedes decir quien has echo daño y como
un beso
Sí, como en todo, hay que tener cierta medida. El decir cualquier cosa, "allá que te va", con la pretensión de que así se es más libre y sincero... no es más que una excusa. Hay más sinceridad si se piensa en el otro, el interlocutor... sentir empatía con quien hablas; lo que le obliga a uno a modular su expresión y mensaje. Además, siempre hay más de una forma de decir lo mismo... ¿no?
gracias a los dos por los comentarios ,aunque eso de saber q alguien me lee me da cierto grado de responsabilidad , aunque a la vez es agradable saber que no caen en saco roto mis pekeñas locuras ,
estoy de acuerdo contigo angel en que hay que pensar las cosas y es algo que estoy aprendiendo dia a dia paso a paso .
No te preocupes Leti, si hay alguien especialista en esto soy yo, cuantas veces la habre "cagado".
Soy Fran xD
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